29 feb 2012

por mi garganta.


quiero sorber de tus pezones frutales todas las inseguridades orgánicas,
deglutir los malos recuerdos que como raspas de pescado
arañan la paz en tus entrañas,
beberme a golpe de traquea y arcada las miserias,
todas las ruinas de esos hombres
para que te luzcan sanos y fuertes,
adecuados,
y que puedas
-por la geometría de sus cuerpos-
volver a edificar tu sonrisa enamorada.
 
seré descuajado,
moribundo pero calmo,
lameré los osarios del mundo cuando cierres los párpados,
seré la sombra y la derrota,
seré tu bálsamo.
 
me tragaré
a degüello
el suicidio de mi cuerpo,
la esperanza de llegar a viejo
y tu ausencia:
 
el coma etílico de este poema.